Una noticia histórica para el fútbol italiano: Milan e Inter acordaron comprar el estadio Giuseppe Meazza, conocido como San Siro, tras años de idas y vueltas. El ayuntamiento de Milán aprobó la operación por 197 millones de euros.

La votación en el concejo municipal fue ajustada: 24 votos a favor, 20 en contra. Tres consejeros de Forza Italia se retiraron en el momento justo y facilitaron la aprobación. Con la oferta a punto de vencer, no hubo margen para demoras.

La compra convierte a ambos clubes en propietarios de su estadio, sumándose a equipos como Juventus o Atalanta. Roma, Lazio y Napoli, en cambio, siguen jugando en estadios municipales.

El proyecto contempla la demolición casi total del actual San Siro y la construcción de un estadio de última generación con capacidad para 71.500 espectadores. La inversión privada rondará los 1.200 millones de euros e incluirá además un plan de regeneración urbana con zonas verdes.

Un templo con historia

San Siro fue sede de partidos inolvidables: el debut de Argentina en Italia 90, la final de la Champions 2016 y los títulos europeos del Inter de Helenio Herrera en los años 60. Ahora inicia una nueva etapa marcada por la modernización.